25 de mayo de 2009


De pronto me abrumo la realidad de mis palabras. Ese momento era tan perfecto, tan autentico. No dejaba lugar a dudas. Se estrecho contra mi y hasta la ultima de mis terminaciones nerviosas cobro vida propia. Los únicos sonidos eran su respiracion, mi respiracion y el latir del corazón.. Todos aquellos miedos me parecían ahora por completo estúpidos. Podría haber estado ahí para siempre, y es poco tiempo.