8 de marzo de 2010


Ésta soy. Eso sos. Seguimos iguales. La vida, el deseo, la fe, la ilusión, la esperanza, el miedo, el fracaso, el llanto, la muerte; el amor, en fin. Otra vez lo mismo, pero en proceso de transformación. Los sentimientos, si es eso lo que se hace llamar sentimiento, a veces varían, a veces confunden. Sé lo que quiero, y también lo que queres. Sé lo que deseo, pero también lo que deseas. Nada ni nadie logra entender, nadie sabe lo que siento, lo que sentís. Nadie jamás entendería que la impulsividad es buena, que amo hacer las cosas mal, que me gusta la traición, el deseo, la soledad, las idas, las vueltas, los fracasos, la pasión, lo prohibido, y sobre todas las cosas los errores. Me apasiona, disfruto de hacer las cosas mal, me encanta hacerlas, también el masoquismo, el sufrimiento. Estos dos últimos te abren la mente, cuando uno sufre, se da cuenta lo que es la felicidad. Cuando uno se equivoca, sabe lo que es ir bien. Cuando uno impone al dolor, el llanto, descubre como imponer la risa, el bienestar. Esto es así, esta soy, esta sos. Mi deseo, mi pecado, mi traición, mi risa, mi dolor, mi llanto, mi miedo, mi fracaso, mi impulso, mi amor, mi esperanza, mi ilusión, mi fe, mi masoquismo, mi felicidad, mi bienestar, mi pasión; eso sos. Ésta soy.